28/07/2014.
Hay historias que suenan a coña. Que las escuchas y dices tú, venga ya si es que eso no hay quien se lo crea.
Bueno pues ese es el caso de Brenda. Nos avisan de un cachorro enfermo en un centro municipal de recogida, vamos a por él y resultan ser dos, no uno. De vuelta del veterinario hechas un poco polvo porque sí, sigue pareciendo sinceramente imposible que alguien pueda hacerle daño a una cosita tan pequeña e indefensa, de repente oyes... "un perro!!, un perro atropellado!!". Y lo que te sale decir es "¿en serio?".
Pues sí. Damos la vuelta con el coche, con las lágrimas de desesperación ya en los ojos, con mil ideas pasando por la cabeza y todas en una misma dirección "no puedo más". Bajamos del coche y allí estaba ella, con su rabito plantado enmedio de la carretera, devorando el cadáver de un gato. Aterrorizada, encogida ante nuestra presencia, suplicando que no le quitáramos el único alimento que había encontrado desde hacía días.
Una belleza majestuosa, jovencita, de pura raza, cariñosa y con una mirada que atraviesa el alma. Un animal espectacular tirado en la carretera como si no fuera nada.
No había sido atropellada, un puro milagro viendo donde estaba. ¿Pero ya qué haces? La tocas para comprobar que no tenga ningún golpe, la levantas, le pasas el lector (para nada claro, sin chip), mirándote con ojitos sedientos de ayuda... ¿Y la dejas otra vez en la carretera? Para que dentro de dos días, o de tres, no sea un simple susto y termine agonizando en la misma cuneta.
Maldices la incultura, la humanidad como género y la falta de humanidad como sentimiento, la metes en el coche y aprietas los dientes con rabia pensando qué hacer con ella. Porque salen dos adoptados y entran cinco nuevos. Por mucho que lo intentes, las cuentas no salen.
Brenda no tiene sitio en el refugio, no tenemos absolutamente ningún hueco, además hay que sumar los gastos mínimos que tiene (analíticas, chip, vacunas, esterilización...). Ya no tenemos medios, no tenemos más favores que pedir ni más cartuchos que quemar. Sólo tenemos perros y deudas. De eso lo que queráis y más.
Ella eso no lo entiende, así que espera una familia que se enamore y esta vez no la traicione. Un amor que no se rompa por unas vacaciones, por un viaje, por una alergia, o por las miles de excusas causantes de tantas muertes en el asfalto.
Si quieres amadrinar, acoger (en Sevilla) o adoptar (cualquier provincia de territorio nacional) a Brenda ...
contacto:
BANCO SANTANDER CENTRAL HISPANO
TITULAR GRAN FAMILIA
0049 3502 32 2695515576
IBAN: ES55
BIC: BSCHESMM
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