Sinceramente no sé cómo empezar, pero estamos viviendo una situación crítica muy crítica. Tenemos las puertas cerradas a cualquier tipo de aviso, no nos lo podemos permitir y aunque nos rompa el corazón tenemos una y otra vez que decir que no, por lo menos hasta conseguir salir de este agujero en el que llevamos meses metidas y que cuando empezamos a levantar un poco la cabeza viene otro golpe a hundirla.
Hace unos días Dunia con su piometra, luego el vendaval que nos tiró una chapa del tejado que aún estamos reparando con tan mala suerte que cogió a Bebo y le hizo un buen corte en su patita, luego Valor con sus ataques epilépticos, Ratoncito, Lili, Lilo, Waldo, Wasa con su leishmania….. Si seguimos es para echarse a llorar.
Quizás somos demasiado especiales, quizás queremos ser demasiado proteccionistas y que no les falte de nada…. Pero que mínimo que tenerlos en buenas condiciones, no puedes recoger a un animal para dejarlo arrumbado sin darle la asistencia veterinaria que necesite.
El hecho de ser un perro que viene de la calle no significa que tenga menos derecho que cualquiera de los nuestros de casa. Si el nuestro enferma no dudas en llevarlo a un veterinario que lo asista, pues lo mismo nos ocurre con cada uno de nuestros protegidos. Cada uno de ellos es una parte más de nosotros hasta que consiga tener su familia propia.
Puertas cerradas sí, pero cuando te encuentras a un animal sentado en medio de la carretera… ¿qué haces? Así me encontré yo a Pelé hace unos días, con frio, lluvia, viento y sin moverse, mirando fijamente al coche que venía de frente...
¿Qué esperaba?
¿ Pensaba que así terminaría su sufrimiento?
¿o ese sexto sentido que les caracteriza le dijo que ese coche pararía y le prestaría la ayuda que tanto necesitaba?
Lo cierto y verdad es que en esa situación no hay corazón que siga adelante, tendríamos que ser ya muy malos para hacerlo. Tras pararme y acercarme, me encontré a un galgo sentado en un charco de sangre pero muy sereno que me miraba a los ojos y esperaba mi decisión. Solo hizo falta decir... Vamos pequeño! para que se moviera y se montara en el coche.
Pelé llegó a la clínica sin apenas fuerzas por tanta sangre como había perdido, suponemos "porque solo podemos suponer", que lo han usado para tiro al blanco ya que su cuerpo venia llenito de perdigonazos y para que no se moviera lo amarraron por el rabo. Que desesperación no habrá llegado a tener Pelé, para que el mismo se lo amputara y así poder escapar de su destino, incluso se entretuvieron en quemarle las orejas por dentro.
Pelé ha estado dos días hospitalizado para recuperar esa sangre que perdió. Se le ha reconstruido su rabito (ha perdido dos vertebras), pero a cambio ha conseguido la libertad y la posibilidad de encontrar un buen hogar donde lo consideren un ser vivo que siente y padece.
Aún intentando que no entre ningún animal más, hay veces que no puedes hacerlo, porque entonces como en el caso de Pelé te odiaríais toda la vida. Nunca nos arrepentiremos de ayudar a un animal, pero cada día es una nueva agonía al no saber ya como pagar la deuda veterinaria producida por todas las últimas urgencias que hemos tenido que acoger.
El temor es que llegues con alguna urgencia ya sea de la calle como de cualquiera de los ya recogidos y te cierren las puertas, entonces si que nos moriríamos. Ahora mismo tenemos que hacer frente a 2.400 euros que hemos prometido al veterinario rebajar en esta semana. Aunque no consigamos quedarnos a cero, si conseguimos reducirla el pobre se conforma.
Pelé se está recuperando favorablemente. Come con apetito y su rabito empieza a cicatrizar, pero a nosotras nos consume las fuerzas esa deuda que no sabemos cómo pagar. Cuando os pedimos es porque ya no nos queda que poner de nuestro bolsillo, es una y otra diaria.
Son muchos casos al día los que nos llegan a todos en esta maldita existencia que nos ha tocado vivir, pero sin vuestra ayuda estaremos muertas.
Si no puedes ayudar económicamente, difunde este mensaje para que llegue a todos los rincones, 186 vidas dependen de ello, no pueden estar sin asistencia veterinaria.
Si deseas apadrinar a Pelé mientras consigue alcanzar su sueño (no hay cuota mínima, la que puedas ofrecerle)
Si deseas ayudar con su comida diaria, Apadrina un Perripienso, son solo diez euros al mes.
Si deseas darle un nuevo hogar
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IBAN: ES55
BIC: BSCHESMM
CONCEPTO: Pelé y deudas veterinarias
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