Mona, el ciclo de la vida, su ciclo… LACTANCIA · INFANCIA · PUBERTAD · MADUREZ · VEJEZ …. Todo él, englobado en encierro y oscuridad.
Desde que tuvo su primer celo su misión ha sido traer a este mundo nuevas vidas una y otra vez. Vidas que a su vez no han tenido otro fin que seguir siendo utilizadas.
Pequeñas vidas que al igual que Mona, nunca han sabido lo que es una caricia o una palabra dulce. Algunos de ellos habrán tenido la “gran suerte” de ser buenos cazadores y durante algunos años habrá estado “bien mirados”, otros ni siquiera habrán llegado a eso, quedándose por el camino.
Mona en su larga vida apenas ha visto el sol. Durante años ha vivido encerrada en un zulo, su cama eran aguas fecales, su comida algunos restos que le caían por ese pequeño ese agujero que le conectaba con el exterior.
Los días para Mona eran repetitivos. Paria, criaba a sus pequeños, se los quitaban o veía como se morían y de nuevo volvemos a empezar. A pesar de ello Mona era “afortunada” su carácter sumiso no daba pie a recibir demasiados golpes, nunca haría nada que lo provocase y aunque no pudo librarse de todos ellos, si que consiguió mantenerse con VIDA.
Pero todo tiene un inicio y un fin. El fin de Mona llegó, sus últimos partos se complicaron, sus peques no sobrevivían y su debilidad era cada vez más evidente, esa VIDA que había conseguido mantener se apagaba y su fin…..Cualquiera de tantos que ya conocemos.
A nosotras nos llegó una Mona, hundida, apática, débil y sin ilusión por seguir viviendo. Su cara reflejaba toda la tristeza que había ido acumulando durante años. Su cuerpo acumulaba toda la dejadez y miseria en la cual había vivido. Su piel una gran dermatitis y su interior una piometra y ovarios poliquísticos.
Y sus ojos …. Sus ojos nos demostraron que Mona nunca tendrá ese fin….
Lo único que le quedará a Mona de ese seudónimo de “VIDA” son sus canas en su gracioso morrito. Ahora Mona ha aprendido que existe el calor, el calor físico y el calor humano.
Dos meses después Mona ha sido operada de la piometra. Su piel ha sanado y su corazón se ha llenado de cariño y mimos. Su mirada refleja la alegría de sentirse arropada, juega con sus compañeros, se sienta a tomar el sol y come cositas ricas.
Es serena como cualquier abuelita y como cualquiera abuelita busca una mesita camilla donde arroparse al calor de una mano amiga.
Mona... Empieza un nuevo ciclo de SU VIDA!!!
http://perri-pienso.blogspot.com.es/
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